domingo, septiembre 18, 2005

Viendo los barcos partir...

Junto al mirador de Santa Catarina el río discurre dulce y lleno de promesas de barcos y velas. En la explanada se mezcla la vida en una piel nueva de colores, ojos y sueños distintos. Y entonces las fronteras no existen. Tampoco los recelos de ser diferentes, de ser más o de ser menos...
Al caer la tarde, las aguas, medio dulces, medio saladas, arrastran todas las palabras que han encontrado a su paso. El río les ha venido a susurrar al oído que el mar está próximo y el camino es dulce; ellas, enamoradas de viento y mareas, se dejan seducir amantes y buscan la desembocadura como quien busca la caricia de una mano.
Quien desde el mirador asiste sonriente al abrazo de aguas y vocablos aprende a necesitar el silencio, a atraparlo en el viento y guardárselo en un bolsillo, como si fuera una mariposa efímera. Y yo, que a veces ando seria, queriendo traducir sentimientos que apenas son cielo y agua, olvido que la sonrisa simple y callada puede llegar a ser la más subversiva de las revoluciones.

Desde aquí, aquellos mares terrestres del sur parecen más próximos, y el pasado y presente se unen queriendo soñar un futuro de vocablos compartidos, cafés y tardes de mundos que se encuentran. Pero en la soledad de esta tarde, con un silencio secreto y brillante guardado en el bolsillo, y la caricia de cientos de palabras que van de esta orilla a aquella, y viceversa; en la soledad de esta tarde busco todo y nada entre las callejuelas desiertas, quizás un horizonte perdido...

Al ir dejando los Altos de Santa Catarina pienso en todas aquellas personas que la vida, como un río amante, me ha venido a susurrar al corazón. Y sonrío llena de subversivas intenciones, porque aquello que soy, es todo lo que fueron haciendo de mí. Una pequeña mariposa, inquieta y curiosa, que siempre creerá en los abrazos (im)posibles, en las palabras limpias y en los sueños acuáticos.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

19:30  
Blogger almena said...

mmmm de silencios y de nostalgias, de aguas y de vocablos, de sonrisas y mariposas....
de tí.
Bellas reflexiones, María.
Besos

22:39  
Anonymous Anónimo said...

Un texto encantador este en el que nos salpicas con sabor marino esa mezcla de pensamientos, divagaciones y sentimientos que atraviesan tu mente y tu alma en ese momento.
Una delicia leerte, felicidades.

17:37  
Anonymous Anónimo said...

mirando ese mar copulando con las aguas dulces del río, ahi en ese darse y recibirse estarán las nostalgías batiéindose.

18:22  

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