martes, septiembre 20, 2005

Un tesoro...

Me han contado que en la Ciudad Vieja de La Habana hay un secreto a la vista de todos. Hace ya varios años un barco encalló en su malecón, y en lugar de detenerse extendió sus velas como si fuesen alas de gaviotas ansiosas, y emprendió un viaje terrestre en dirección a la Plaza de la Catedral. Al principio niños y adultos se arremolinaron junto a aquel milagro, después las obligaciones diarias le robaron el brillo de la novedad; hoy sus velas son transparentes, haciendo de él apenas un barco fantasma.
Me han contado que a veces se escuchan las voces de sus marineros. Discuten sobre un nuevo rumbo, buscan inútilmente estrellas en la noche de la ciudad o cantan viejas canciones del mar. Dicen que en las noches de luna nueva apenas se escucha una risa aniñada, y después un poema que habla de vientos y mareas.
En la Plaza de la Catedral los pasos aceleran su tiempo y nadie, ya nadie consigue ver los secretos...

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

un tesoro de verdad...ver más allá de lo evidente y soñar. Lindo relato te han contado

20:43  
Blogger almena said...

bellísimo, María.
La mariposa está en lo cierto :-)
"permanecer"

Besos!

22:11  

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