Inauguraciones...
Llueve. Por fin. Llueve. Las gotas golpean con furia los cristales de mi ventana y yo la abro de par en par porque, finalmente, llueve. Y el olor de la tierra mojada, que es más fuerte y poderoso que el asfalto citadino que la cubre, empapa mi cuarto de frescuras inesperadas; y mi cara se llena de lágrimas, lágrimas que no son mías sino del cielo, porque... ¿cómo podría yo llorar en este momento bonito de lluvia, olores y tierra, en el que comienza mi otoño deseado?
Los castañeros volvieron ayer a las calles, como si presintiesen este acuoso domingo de comienzos de mes y de tiempo, como si, sin un ápice de inmodestia, supieran que el olor del fuego crepitante de castañas es lo único que le falta a este otoño que principia.
El cielo plomizo descarga llanto, y a pesar de eso (o por eso precisamente) yo no puedo dejar de sonreír.
Los castañeros volvieron ayer a las calles, como si presintiesen este acuoso domingo de comienzos de mes y de tiempo, como si, sin un ápice de inmodestia, supieran que el olor del fuego crepitante de castañas es lo único que le falta a este otoño que principia.
El cielo plomizo descarga llanto, y a pesar de eso (o por eso precisamente) yo no puedo dejar de sonreír.
6 Comments:
sonrie, sonrie Doravante Barboleta
Me fascina el olor de las primeras lluvias. El de la tierra mojada...
Besos, María
Que hermosa es la lluvia en los tiempos de sequía...
Has sabido recoger aquí de forma hermosa un trocito de Otoño. Ese olor a tierra mojada, esos castañeros.
Felicidades.
Como me gusta el olor a hierba mojada no sabría vivir sin él, y sin bailar de vez en cuando bajo la lluvia...que gozada de otoño!!!!
Estoy en Brasil y hace dos dias que no paraba de llover.de enserio...!!!!!!! llovio mas de una semana enterita..y amo la lluvia pero..queria sol!!!! por suerte ahora salio.....pero por las tarde siempre las gotas amigas aparecen
Un beso
Nos leemos
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