Tú...
Algo debo hacer con este amor que traigo en el bolsillo, piensa María del Eco. Quizás debería sembrarlo por el mundo, para que otros sepan de mi dicha; tal vez no sea preciso, porque los amores son como caracolas de mar, guardan el sonido de olas pasadas. ¡Pero algo tengo que hacer con este amor!, para que no se me muera aún siendo niño.
Desde la playa desierta un barco se hace a la mar, regresa a casa o tal vez apenas parte de ella. María del Eco se pregunta si el crepitador de historias también viaja en él y la respuesta se la trae, de nuevo, el silencio. Cuando dos ángeles se tocan, el tiempo no tiene horas. La vida parece un círculo constante donde los contrarios hacen girar la palabra amor.
Algo, algo, algo debo hacer...
Desde la playa desierta un barco se hace a la mar, regresa a casa o tal vez apenas parte de ella. María del Eco se pregunta si el crepitador de historias también viaja en él y la respuesta se la trae, de nuevo, el silencio. Cuando dos ángeles se tocan, el tiempo no tiene horas. La vida parece un círculo constante donde los contrarios hacen girar la palabra amor.
Algo, algo, algo debo hacer...
2 Comments:
María ¿cómo puedes escribir cosas tan hermosas? mmmm "los amores son como caracolas de mar, guardan el sonido de olas pasadas".
Tan hermoso y tan real.
Te he dicho alguna vez que es un disfrute leerte? :-)
Un abrazo de domingo
Amor, amores, lo que hace girar este mundo...
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