Apología de un encuentro
Hoy he vuelto a soñar con unos ojos verdes. Me observaban desde la oscuridad del deseo, y dejaban en mi alma la profunda fe de querer amar. Aquellos ojos verdes, serenos, me quisieron contar un secreto: que bajo la cadencia de la luna los destinos se encuentran, y las miradas se pierden, enredadas en la neblina del ayer.
Hoy he vuelto a creer en unos pasos de melancolía, al saber que las flores que te di, callan abandonadas en tu jardín. Silencio. Porque a veces los sueños juegan con nuestra ya marcada infelicidad. "Yo no quiero que las flores sepan, los tormentos que me da la vida..."
Hoy el día ha amanecido gris, porque he perdido todos los colores mientras dormía.
Hoy he vuelto a creer en unos pasos de melancolía, al saber que las flores que te di, callan abandonadas en tu jardín. Silencio. Porque a veces los sueños juegan con nuestra ya marcada infelicidad. "Yo no quiero que las flores sepan, los tormentos que me da la vida..."
Hoy el día ha amanecido gris, porque he perdido todos los colores mientras dormía.
(palabras encontradas entre las páginas de un libro amarillento: "El hombre que se bebió todos los sueños", de Lindley Dubrovin.)
1 Comments:
Ay, este me lo guardo para que se quede resonando un rato dentro de mí...
Publicar un comentario
<< Home