jueves, octubre 27, 2005

Manuela sabe que las hormigas no crecen en los árboles, pero aún así... las busca entre las ramas de la higuera más vieja del jardín. El abuelo, Don Nicolás García de Bramante, le contaba que en los días de niebla miles de hormigas negras se descolgaban de los brotes de la higuera; que nosotros no las podíamos ver porque se quedan muy quietas, esperando cualquier distracción nuestra, para desprenderse de su madre-árbol. Después corrían por el suelo buscando nuevas casas, disimulando ser hormigas normales y no éstas de tan extraños nacimientos.

Manuela había decidido acallar los rumores que no creían en las historias del abuelo y por eso, los días de niebla cerrada, se despertaba temprano y, envuelta en un manta, recostaba la espalda contra el arrugado tronco de la higuera. Miraba hacia arriba, con los ojos entrecerrados, enfocando los brotes y sus proximidades. Buscaba sin descanso una diminuta patita negra en movimiento, una cabecita desperezándose, un susurro hormigueante de buenos días.

Su mamá la encontraba siempre dormida, murmurando incomprensibles vocablos al cielo. La recogía entre sus brazos y, con delicada ternura de madre que comprende los sueños infantiles, la dejaba sobre su cama materna aún llena de cálidas corporezas. Manuela abría los ojos con el entornar de la puerta, y miraba triste hacia la higuera más vieja del jardín. De nuevo, las hormigas negras, nacientes de árboles, la habían burlado. De nuevo el secreto permanecía oculto entre ramas y brotes, entre nieblas y susurros. De nuevo las historias de su abuelo, Don Nicolás García de Bramante, se convertían en pasado.

15 Comments:

Blogger almena said...

... y es que siempre es verdad lo que nos cuentan los abuelos... aunque nadie más lo crea.
Tierno, María.

Un beso

11:17  
Anonymous Anónimo said...

las historias de los abuelos, legadas con toda la fantasía cpaz de conservarse durante toda una vida,

16:53  
Anonymous Anónimo said...

Los abuelos son ángeles que se meten en nuestro universo infantil y lo viven a la par como nadie puede hacerlo.
Leo siempre lo que escribes porque es como soñar sin hacerlo.
Gracias

09:50  
Blogger Ana M. García said...

Almena: son tiernos todos los recuerdos que tengo de mis abuelos, de sus historias, de su cariño...
un besito

El cuervo: gracias por tu visita, me alegra que te haya gustado, nuestra infancia es la mejor de las inspiraciones
un beso

Felipe: gracias por visitarme cada día y por tus palabras siempre acertadas

Luciana: eres siempre bienvenida a este rincón, gracias por "aparecer", aparece siempre...
un beso

10:48  
Anonymous Anónimo said...

El creer en historias como esa nos hace creer en un mundo de fantasía, ta necesario e idispensable...
un beso muy grande

14:55  
Blogger Magda Díaz Morales said...

Querida María, qie pena que no hayas podido dejar comentarios, pero mira, has por favor lo siguiente:

Cuando entres a mi blog, fójate que aqui abajito, adonde esta la e de explorer (en la barra de internet) diga "listo" o "listo pero con errores", hasta que no veas eso no se puede abrir la ventana de los comentarios, hay que esperar que la página cargue bien. Ahora, cuando no veas esto que te digo, dale "actualizar" a la página, ahi arriba adonde están los íconos de nuestro ordenador, para que se cargue bien toda. Verás que con esto ya puedes ;)

Un beso para ti.

20:30  
Blogger reuben said...

Mejor los cuentos del abuelo que las tres sagas de La guerra de las galaxias. Bueno, o las dos cosas, pero primero los cuentos del abuelo y de la abuela ¿no?.
Te dejo saludos, un gusto leer lo que escribiste.

21:38  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué bonito escribes! ya no quiero decir más que esto, ya no quiero distraer con mis palabras lo que tu texto cuenta.

Un beso

10:30  
Blogger Paty said...

Siempre es un verdadero placer entrar a tu página, leerte, dejarse llevar por tus palabras y por todo aquello que conforma e identifica a tu alma.

Te dejo un abrazote y saludos cariñosos.

21:54  
Anonymous Anónimo said...

Tierno, melancólico, evocador, un texto lleno de sensibilidad. Felicidades.

10:17  
Anonymous Anónimo said...

Totalmente latino y calido. Tiene olor y sabor. Delicioso

19:57  
Anonymous Anónimo said...

Gracias.
Un regalo.
Recuerdos a María del Eco.

18:19  
Anonymous Anónimo said...

Esta historia trajo a mi recuerdo el eco de otra que, con perdón por la intromisión y con todo cariño, no me puedo resistir a compartir si quiera su inicio:
(Fragmento de un pequeño relato de Helder Camara)
"En el autobús lleno, mejor dicho, desbordante, llamaba la atención un niño que, con infinitas precauciones, llevaba en la mano un trocito de madera. Una señora no pudo por menos de preguntarle por qué tantas precauciones con aquel trozo de madera sin valor alguno.
El pequeño respondió:"Llevo aquí una hormiguita, una gran amiga. Es su primer viaje en autobús".
¿Cuántos habrán comprendido lo que había de poesía y de humanidad en aquel chiquillo?
Yo no le quitaba los ojos de encima. Cuando bajó del autobús lo seguí. Sentía que con él podría conversar.
Le expliqué que también yo amo a las hormigas y le conté lo que sucedió una vez cuando tuvo lugar el único malentendido que jamás se haya dado entre ellas y yo." ...
Desde el frío.
Besos (¡que se besen!)

18:58  
Blogger almena said...

María??
Te echamos de menos!
:-)

besitos

00:38  
Blogger Roberto Iza Valdés said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

21:43  

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