Pinceladas de recuerdo...
Mi abuelo siempre decía que sería una gran pintora. Una vez, a los ocho o nueve años, le hice un retrato. Él se sentó en una silla junto al fuego y posó para mí, erguido y muy serio, con las manos cruzadas sobre el regazo y la sonrisa leve pero llena de cariño. Después guardó el dibujo durante años en su cartera, y lo mostró con orgullo a todos los que vivieron y pasaron por el pueblo, hasta que un día él también tuvo que partir.
Yo nunca fuí una gran pintora, ni siquiera pasé de los torpes dibujos de la infancia, pero mi abuelo guardaba en su cartera la mejor de las obras de arte. No le interesaban Velazquez ni Miguel Angel, ni cualquier otro ser genial. A él simplemente le emocionaba tener guardado, junto al corazón, el retrato a lápiz que un día su nieta le había hecho.
4 Comments:
Por veces son nuestros abuelos que hacen el papel de padres e nos guardan junto al corazon... E como nos sentimos bien sabernos guardados en el corazon de alguien!
Escreves de uma forma despretensiosa e tão bonita. Deves ser uma pessoa com muito boa índole. Já ninguém se lembra assim, com tanto carinho, do avô. Beijo *
Emotivo, María.
Mucho.
:-)
Besos
Gracias a todos por vuestras palabras. Los recuerdos son los que nos salvan del olvido, de la tristeza y de la decepción. Y compartirlos con vosotros es un placer.
un beso para todos
Publicar un comentario
<< Home